DEJA DE DOLERTE
Procura no pillarte más acomodándote en una relación en la que te sientas rebajado, desnaturalizado por querer ajustarte en un vínculo tormentoso. Remendándote de continuo para zurzir las carencias del otro, en la que te experimentas fatigado de dar esperanza a ese cambio ajeno que nunca llega.
Regresa a ti, acércate a tu consciencia. Pulsa los interruptores del ¡ HASTA AQUÍ MI PROPIA DESLEALTAD ! Y del ¡RECLAMO VIDA! Es un DARSE CUENTA de que estás sostenido por el desamparo al que te vincularon en tu infancia. Estás amarrado a los patrones-trauma sembrados y que fuiste nutriendo hasta hoy.
Convéncete que otra vida te está aguardando. No es un cambio de vida, si no el permitirte percibirla de otra manera. Una vida donde sencillamente reconoces el Amor que eres y te unes a él. Donde te identificas con el Amor consciente, bondadoso.
Un Amor que no va de ubicarse encima o abajo, de exigir que el otro cambie. Un Amor que no va de avasallar, que no obedece a un Amor en el que uno gana u otro pierde. Todo lo contrario; el Amor siempre “gana”, siempre transforma, multiplica los aprendizajes, regenera, auxilia. En definitiva, es el AMOR GENUINO, el que llevas tatuado en tu Alma y has matado de hambre y ubicado alambradas.
Pero, ¡No!, mientras no aparezca en tu consciencia que la llave está en ti, y se llama DARSE CUENTA, todo seguirá de la misma manera. Darse cuenta de que eso no es Amor, sino DESAMOR. Un menos-precio hacia ti. Un continuo e irreverente trato personal. Un DESAMOR que debes dejar partir y dar la bienvenida al AMOR VERDADERO. Posees infinidad de luz para estar sujeta a algo que no te semeja. Deja ir lo que te apaga, lo que te opaca.
¿Cómo dejarlo ir? Te preguntarás. Soltando todos esos paradigmas que te invitan a creer que en ti va a habitar una incómoda soledad, que nunca más serás capaz de acercarte a alguien, ni nadie lo hará. Desligándote del no soy merecedor de un amor. Desinstalándote del rol de víctima. Dejando de colorear un amor que te conduce a la tragedia anímica.
Únicamente la compasión, el perdón hacia ti y tu amor propio, te sacarán del laberinto emocional. Eres acreedor del más digno Amor, porque ya lo eres. Cuando te reconozcas amándote, tu percepción cambiará, y observarás que tu “imán amoroso” atraerá Infinidad de personas que se sentirán cómodas en esas complejidades tuyas. Personas dispuestas a dar abrigo a esos debates internos entre tus zonas sombreadas y luminosas. Y sobre todo, personas idóneas para combinar con tu corazón.
Percibirás como el vehículo de tu cuerpo comenzará a soltar amarras, lo que antes era drama ahora se convierte en vida. Tu lenguaje será tu auto-cuidado. Y nadie, absolutamente nadie dudará de ese amor, porque tu no lo haces. Porque confías en ti. Porque tu mirada aseada así lo refleja. Y ese brillo interno servirá de altavoz al mundo para susurrarle: ¡¡ HE AQUÍ UN SER HUMANO QUE SE AMA Y SE SIENTE AMADO!!
¡DEJA DE DOLERTE! ¡Es tu turno! ¡Es tu momento! El momento de dar dos BESOS al frente y cambiar el fondo de pantalla de tu ALMA. Un fondo de pantalla que haga juego con tu AMOR VERDADERO.
Manuel Conde
(DARAM)